La casa de cristal, creada por Philip Johnson trata de un cubo de vidrio, acero y ladrillo de 168 metros cuadrados. Rodeada de naturaleza, convirtiéndola en su propio paraíso personal. Era un claro ejemplo a la provocación. Su sencillez la hizo en apariencia inhabitable e icónica.
Se trata de una casa minimalista, con líneas simples. En todo su interior se emplea la misma gamma cromática. El interior de la casa puede ser dividido espacialmente sin necesidad de muros, a través de las vistas hacía el exterior que producían diferentes sensaciones espaciales. Hay una jerarquización de los espacios dependiendo de las vistas que se generan.
Las separaciones en la casa se crean con el mobiliario , los cuales crean las diferentes separaciones de espacios, haciendo la función de muros. La única estancia de la casa que realmente esta completamente rodeada de muros es el baño. que se sitúa en forma de cilindro en el centro de la casa.
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